Alfredo Cornejo, gobernador de la provincia de Mendoza y miembro de la UCR (Unión Cívica Radical), criticó este lunes la decisión que tomó la mesa directiva de la Convención Nacional de su partido, cuyos integrantes definieron suspender a los cuatro diputados del bloque que votaron a favor del veto impulsado por el presidente Javier Milei a la ley de movilidad jubilatoria que había sido aprobada previamente en el Congreso.
“Está mal”, sostuvo el mandatario provincial, y pidió a quienes conducen el espacio que “no sean la voz de una facción”.
Ayer, los diputados Mariano Campero, Martín Arjol, Luis Picat y Pablo Cervi fueron suspendidos por la UCR y dejaron de formar parte del bloque del espacio, al menos mientras dure la investigación que llevará adelante el Tribunal de Ética. La sanción responde a su cambio de posición, debido a que primero votaron a favor de la ley de movilidad jubilatoria y luego apoyaron el veto del presidente Milei a la norma, en contrapunto al mandato del partido.
Así lo decidió la mesa directiva de la Convención Nacional, liderada por Gastón Manes y Hernán Rossi, que resolvió suspender la afiliación partidaria de cuatro de los cinco legisladores disidentes.
El caso de José Tournier, el quinto voto, es particular, ya que, aunque integra el bloque de la UCR en la Cámara Baja, no está afiliado formalmente al partido.
Consumada esta definición, Cornejo fue una de las voces disidentes y a través de su cuenta de la red social X realizó un descargo. “La política de mayorías populares no es para sectas, ni se hace con purgas. La UCR no es una agrupación universitaria, es un partido nacional. Esta decisión está mal”, opinó el ex senador nacional, citando el comunicado que difundió su espacio.
Asimismo, el gobernador mendocino le pidió a quienes dirigen el partido radical “que asuman la tarea de conducir, no que sean la voz de una facción”.
Este martes por la mañana, Cornejo amplió su postura durante una entrevista radial y sostuvo que la desafiliación de los cuatro diputados radicales deja al partido “en una posición de ínfima minoría, con correlatos electorales pésimos”.
“Es realmente una decisión tonta, arbitraria, injusta y de doble vara. La mayoría de los simpatizantes radicales está apoyando el rumbo general del país y lo manifestó en el balotaje del 2023. Entonces, es una conducción que no representa a la mayoría de los simpatizantes radicales”, subrayó en diálogo con radio Mitre.
Una posición similar adoptó el diputado nacional y presidente del bloque radical, Rodrigo de Loredo, quien calificó a la medida como “inédita, de una gran irresponsabilidad y parcialidad selectiva”.
“No es la primera vez que miembros del Bloque votan de manera diferente. Ni en Diputados ni en Senadores. No tiene ningún efecto directo sobre el Bloque de Diputados Nacionales de la UCR. Cualquier decisión sobre la conducta de los diputados que integran nuestro Bloque será tomada entre los pares, buscando siempre los consensos y sin posturas sesgadas dentro de un partido que incluye pluralidad de miradas”, completó el mensaje que compartió en su cuenta de X.
En la misma reunión que se resolvió la suspensión de los diputados Campero, Arjol, Picat y Cervi también se discutió la situación de Roxana Reyes y Gerardo Cipolini, los dos legisladores del bloque que, aunque no votaron en contra de la ley, se ausentaron durante el debate.
La votación en la mesa fue de 11 a 1 para elevar al tribunal los seis casos. El único voto negativo fue de Andrés Lombardi (Mendoza), perteneciente al sector radical que lidera el propio Cornejo, gobernador de la provincia cuyana y cercano a la Casa Rosada. Además, se aprobó por 10 votos contra 2 suspender preventivamente a los cuatro diputados que aparecieron en la foto con Milei, con el representante de Misiones uniéndose a Mendoza en la votación en contra.
“Al tratarse el veto presidencial, cuatro Diputados Nacionales afiliados a la Unión Cívica Radical e integrantes de nuestro bloque se apartaron de lo que ellos mismos habían sostenido en la primera votación y acompañaron el veto presidencial, incurriendo en una grave inconducta partidaria y generando un grave daño a la credibilidad y honor de nuestro partido. Aún más graves fueron los argumentos esgrimidos durante la sesión y en los medios de comunicación, en el sentido de que se habían equivocado en los cálculos, y que su brusco cambio de opinión se fundaba en la necesidad de garantizar el equilibrio fiscal”, dice la resolución.
Ahora, los diputados deberán comparecer ante el Tribunal de Ética del partido, que está compuesto por tres integrantes: Alicia Tate de Santa Fe, Juan Pedro Tunessi de Buenos Aires y Ricardo Barrios Arrechea de Misiones. Ellos serán los encargados de definir la sanción final para los diputados radicales.
El resto del bloque también expresó su descontento por escrito, manifestando su enojo con el grupo de los cinco radicales disidentes. “Los/las diputados y diputadas del bloque de la Unión Cívica Radical expresamos nuestro malestar y repudio con la actitud adoptada por cinco diputados integrantes de nuestro bloque que rompieron un acuerdo unánime y cambiaron su voto para acompañar el veto total del Gobierno a la ley previsional, causando así un daño sobre la credibilidad y ética de sus posiciones del radicalismo frente a la ciudadanía”, expresa un fragmento del texto firmado por otros miembros del espacio, entre ellos Manes, Manuel Aguirre, Marcela Antola, Fernando Carbajal, Ana Carla Carrizo, Mariela Coletta, Marcela Coli, Pablo Juliano, Juan Carlos Polini, Jorge Rizzotti y Danya Tavela.
En este marco, NA (Noticias Argentinas) informó en las últimas horas que el diputado De Loredo intentaría contener a los cuatro diputados desafilados dentro del bloque. “Hay que sumar diputados, no podemos darnos el lujo de perderlos”, señalaron las fuentes consultadas por la citada agencia de noticias.