La Ley Bases y el Paquete Fiscal serán sancionados definitivamente en la Cámara de Diputados, tras más de seis meses de arduas negociaciones, que aceptará la mayor parte de los cambios que introdujo el Senado pero insistirá con la reversión del Impuesto a las Ganancias y la suba del piso de Bienes Personales.
La sesión durará por lo menos 12 horas. Eso calculaban ayer por la tarde los bloques dialoguistas que se juntaron con el oficialismo para llevar una posición común a la reunión de labor parlamentaria que se hará hoy a las 10. El objetivo es que el debate se comprima lo más posible, por eso ambos temas se debatirán en forma conjunta y luego la votación será por separado. Del encuentro participaron, entre otros, Cristian Ritondo, Silvana Giudici, Silvia Lospennato, Alejandro Cacace, Pamela Verasay, Pamela Caletti, Agustín Domingo, Miguel Ángel Pichetto y Oscar Agost Carreño.
Por otro lado, los libertarios aceptaron los cambios al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones y al blanqueo de capitales que hizo el Senado. Por ejemplo, el RIGI se limitó a nueve sectores (foresto-industria, turismo, siderurgia, petróleo, gas, infraestructura, minería, energía y tecnología) y será obligatoria la contratación de un 20% de proveedores locales. En cuanto al blanqueo, quedaron excluidos los hermanos de los funcionarios, de los extranjeros y de los bienes de terceros (testaferros); además, los fondos serán coparticipables con las provincias.
La primera vez que se debatió en Diputados, la Ley Bases obtuvo 142 votos afirmativos. Por lo que a partir de los cambios aceptados y la remoción de empresas Aerolíneas Argentinas de la lista de “privatizables”, el oficialismo descarta sumar cuatro votos más de radicales que en aquella oportunidad se abstuvieron. También cuentan el voto extra del diputado del PRO Álvaro González que estuvo ausente.
Sin embargo, todavía hay un artículo del Paquete Fiscal que genera cierta incertidumbre: la reinstauración de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias. Este punto fue rechazado en el Senado por la presión de los gobernadores patagónicos, que buscan evitar que el tributo alcance gran parte de los trabajadores de su provincia debido a que tienen sueldos altos por el régimen de las zonas desfavorables y por el tipo de actividades que realizan (por ejemplo, los petroleros y los trabajadores de los puertos).
El oficialismo cuenta como asegurados al menos 129 votos, que podrían llegar incluso a 134. Desde el oficialismo, reconocieron que es muy difícil contar los votos del radicalismo porque el bloque “tiene muchos problemas internos”. En principio votarán a favor 40 diputados de LLA y MID, 36 del PRO (menos Ana Clara Romero que ya había votado en contra), tres de Independencia, dos de Producción y Trabajo, dos de Buenos Aires Libre, uno de Creo, cuatro de la CC (había tenido una abstención y una ausencia), 12 de Hacemos Coalición Federal (son 16 pero habían tenido cuatro votos en contra), siete de Innovación Federal (un diputado rionegrino votó en contra), 26 de la UCR (son 34 pero ocho diputados ya habían rechazado) y uno de Unión por la Patria (el catamarqueño Sebastián Noblega había votado a favor).
Sin embargo, para complicar los cálculos del oficialismo, otros cuatro radicales (patagónicos y bonaerenses) pusieron en duda su apoyo en los últimos días. Por otro lado, otros tres peronistas de Catamarca podrían abstenerse a pedido del gobernador Raúl Jalil. Igualmente, solo se requiere una mayoría simple (más votos afirmativos que negativos) y el oficialismo tiene bastante margen para que se apruebe este artículo.
Según la versión de Diputados con la que se insistirá, el mínimo no imponible de Ganancias quedaría en $1.800.000 brutos para los solteros y a $2.200.000 para los casados con hijos. Así, volverían a pagar este tributo alrededor de 800 mil trabajadores con alícuotas que van del 5% al 35%. En tanto, la actualización del mínimo se haría de forma trimestral durante este año, en septiembre, y luego de forma semestral a partir del IPC (Índice de Precios al Consumidor).
Para la reforma de Bienes Personales, otro de los puntos con los que Diputados insistirá en la redacción original, el “poroteo” es más holgado en favor del oficialismo y rondaría los 140 votos afirmativos.
Así, el nuevo piso del tributo pasaría de $27 millones a $100 millones y la deducción por la vivienda familiar sería de $350 millones. A su vez, se implementaría un plan de pago anticipado por los montos que corresponden a los próximos años, hasta 2027. Se trata del Régimen Especial de Ingreso del Impuesto sobre los Bienes Personales (“REIBP”), con una alícuota reducida de 0,45% por año (2,25% en total) precisa el articulado.
Finalmente, la oposición insistirá con la revisión de los gastos tributarios, que son los ingresos que el Estado deja de percibir al otorgar beneficios impositivos especiales para favorecer ciertas actividades, zonas o contribuyentes. En 2024, representó un impacto negativo en la recaudación nacional del 4,72% del PIB.
Algunos ejemplos de gastos que el Poder Ejecutivo podría revisar son: la exención de inmuebles rurales en Bienes Personales (0,48% del PIB), la exención de honorarios de directores de sociedades en el IVA (0,29% del PIB), la exención del pago de Ganancias por parte de jueces (0,16% del PIB) o el régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego (0,33% del PIB)
Para esa votación Diputados tendría que alcanzar una mayoría especial de dos tercios de los presentes que iguale la votación del Senado, por lo que su aprobación es virtualmente imposible sin los votos del peronismo (99 votos).
“Lo que está es lo que puede salir. No pusimos nada que no podamos conseguir”, aseguró un referente del PRO tras la reunión de los bloques dialoguistas. Salvo que ocurra algún hecho totalmente inesperado, finalmente Milei tendrá las herramientas que tanto ha reclamado para llevar adelante su plan de reformas institucionales y económicas.