La ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Ayelén Mazzina, salió al cruce de las declaraciones del auditor general de la Nación, Miguel Ángel Pichetto, quien afirmó que “podrían haber puesto a una mujer” al frente de dicha cartera y lo invitó a conversar sobre Educación Sexual Integral (ESI).
“Soy mujer, lesbiana, feminista y Ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación y lo invito a Pichetto a hablar de ESI cuando se sienta preparado”, publicó este sábado la ministra a través de su cuenta de Twitter.
La titular de la cartera de géneros respondió de esta forma a los ataques de Pichetto, quien el viernes criticó al ministerio que conduce Mazzina mientras se refería al asesinato de Lucio Dupuy y dijo que no está comandado por una mujer, ya que es lesbiana.
“(El Ministerio) está en manos de una chica que es lesbiana, que está bien. Yo creo en la libertad individual, creo en el derecho a la felicidad, voté todas las leyes de la igualdad. Pero si es Ministerio de la Mujer, podrían haber puesto a una mujer. Y podrían haber hecho una declaración coherente”, dijo Pichetto anoche a LN+.
Tras las fuertes críticas que recibieron sus declaraciones, el auditor general se retractó en sus redes sociales: “Ante la tergiversación de mis dichos en un programa televisivo, quiero aclarar que mi intención fue denunciar que el Ministerio de la Mujer no repudió el asesinato de Lucio Dupuy por coincidir la orientación sexual de la ministra con las de las perpetradoras del crimen”.
Sin embargo, la ministra había repudiado el crimen y, en diálogo con Télam, destacó la necesidad de “romper el silencio sobre las violencias hacia las infancias”.
“Hoy estoy hablando de Lucio para romper el silencio sobre las violencias hacia las infancias, en un contexto de hostilidad, de discursos de odio, con una derecha que nos dificulta el debate público”, dijo la ministra en una entrevista exclusiva con esta agencia.
La funcionaria bregó para que “no se pierda el foco, el eje de lo que está sucediendo. Hay que hablar de las violencias a las infancias, romper el silencio, no hay que renunciar a la palabra, y hacernos cargo que como sociedad, como adultos, y como Estado particularmente, lo que sucedió es un hecho aberrante”.